martes, 14 de junio de 2011

Sistema óseo

Introducción: Exoesqueletos y Endoesqueletos

La gran mayoría de los animales posee un armazón sólido que le sirve de sostén y a la vez de protección de las partes delicadas. Ese armazón se presenta duro y mineralizado y recibe el nombre de esqueleto y puede ser interno (endoesqueleto) o externo (exoesqueleto).

Podemos decir entonces que un Esqueleto es el conjunto de las estructuras rígidas o semirrígidas que sirven de soporte a los tejidos blandos del cuerpo de un animal y proporcionan apoyo para la acción muscular.

Arriba, dos ejemplos de exoesqueleto: A izquierda, una muda de cigarra. A derecha la concha de un molusco

Abajo, dos ejemplos de endoesqueleto: un equinodermo (estrella de mar) y un vertebrado (serpiente)



Introducción

El tejido óseo combina células vivas (osteocitos) y materiales inertes (sales de calcio y fósforo), además de sustancias orgánicas de la matriz ósea como el colágeno y la oseína, proteínas que también están presentes en otros tejidos.

Los huesos son órganos vivos que se están renovando constantemente.

Todos los huesos están compuestos por tejido óseo que puede ser de tipo compacto o esponjoso.

El tejido compacto es macizo y muy duro, el tejido esponjoso es poroso y más frágil.

El tejido óseo esponjoso protege la médula ósea roja, presente en el hueso en desarrollo, las costillas, las vértebras y muchos de los huesos más pequeños; es el sitio de producción de eritrocitos (glóbulos rojos) y leucocitos granulosos (un tipo de glóbulo blanco).

El tejido óseo compacto protege en aquellos huesos donde está presente, a la médula ósea amarilla en la que predominan las células grasas.

El esqueleto humano está constituido por un conjunto de piezas de forma variada llamadas huesos que se unen por bandas de tejido conjuntivo resistente y poco elástico denominadas ligamentos. El esqueleto humano adulto está constituido por 206 huesos, la mayoría de ellos pares, con un miembro de cada par en cada lado del cuerpo. El esqueleto de los lactantes y niños presenta más de 206 huesos ya que algunos de éstos se fusionan más tarde en la vida adulta. En los bebes los huesos de cráneo aún no están totalmente soldados. Un ejemplo de ello es el espacio entre los huesos del cabeza, revestido por una membrana llamado fontanela (ver imágenes). Este espacio facilita el parto y permite el crecimiento del encéfalo luego del nacimiento. Una vez que aquél se ha completado, la fontanela se cierra por el crecimiento de las piezas óseas (Abajo a izquierda, cráneo de un adulto).

Acompañando a esos huesos existen un centenar de articulaciones y más de 650 músculos actuando coordinadamente. Gracias a la colaboración entre huesos y músculos, el cuerpo humano mantiene su postura, puede desplazarse y realizar múltiples acciones.


Funciones

El hueso es un tejido vivo. Su capacidad de regenerarse nos acompaña prácticamente durante toda la vida. Los huesos son, en realidad un tejido conjuntivo cuya parte extracelular se mineraliza, es decir, solidifica.

Los huesos son órganos formados por la asociación de varios tejidos de origen mesodérmico, son duros y elásticos y están formados por sustancias blandas (proteínas) como el Colágeno y la Oseína y por una sustancia dura formada por sales minerales de calcio y fósforo (matriz ósea).

El esqueleto humano cumple varias funciones esenciales:

1. Sostener y dar forma al cuerpo.

2. Proteger los órganos internos como el encéfalo y los pulmones.

3. Servir de anclaje a los músculos. De este modo, cuando los músculos se mueven, tiran de los huesos a los que están unidos y podemos realizar todo tipo de movimientos.

4. Funcionar como sitio de reserva de minerales como Calcio (Ca) y Fósforo (P)

5. Proteger la Médula Ósea.




Tejido Óseo

El Tejido Óseo Compacto (imagen de la derecha) es macizo y muy duro, el Tejido Óseo Esponjoso (imagen de la izquierda) es poroso y más frágil.

A su vez podemos encontrar delicados tejidos como el endostio, que tapiza la cavidad medular de un hueso y el periostio que es un tejido conjuntivo que cubre todos los huesos del cuerpo y posee potencialidad para formar nuevo tejido óseo.

El tejido óseo combina células (osteocitos, osteoblastos y osteoclastos) y materiales inertes (sales de calcio y fósforo), además de sustancias orgánicas de la matriz ósea como el colágeno y la oseína, proteínas que también están presentes en otros tejidos.

En el tejido conectivo óseo, la matriz extracelular del hueso está impregnada con cristales duros de compuestos de calcio que le otorgan gran rigidez y dureza. Esto permite al tejido óseo proporcionar sostén al cuerpo.


Las Células Óseas

Existen cuatro tipos de células que se asocian con el tejido óseo:

1) células que dan origen a los osteoblastos,

2) osteoblastos: células diferenciadas que secretan la matriz ósea. Imagen de la izquierda.

3) osteocitos: células óseas maduras, rodeadas por la matriz ósea que se ubican en lagunas. Imagen central